308
A mi incapacidad para vivir la bauticé de genio, a mi cobardía la coloree con el nombre de perfección. Me puse a mí mismo, Dios dorado de oro falso, en un altar de cartón piedra pintado imitando mármol.
Pero ni me engañe, ni en la memoria [...] de mi autoengaño.
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El placer de elogiarnos a nosotros mismos...
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PAISAJE DE LLUVIA
Me huele a frío, a pena, a ser imposibles todos los caminos hacia la idea de todos los ideales.
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