EL CISNE
El cisne, arrastrando su hambre por el cielo, de mi boca de cielo y tierra, bajando a los postrados que pronto deberán, agarrar su vida e irse, volando como él, burla el tejido que puede no servir, hasta que hambre y tierra y cielo, todos, todo |sean carroña.
El cisne, con la agudeza de un loco, con algo chocante| como ver esos caballos de posta| galopar ahora, con la locura del incesante: cómo decir| locura de- de- cómo decir- locura de lo- desde –locura de lo desde- desde-lo dado, locura dado lo de –visto- locura visto lo- lo cómo decir- esto- este esto- esto de acá| todo esto de acá-locura dado todo lo- visto- locura visto todo ese esto de aquí- de- como decir- ver-
El cisne picotea y festeja, sin embargo, ahora música de la indiferencia, corazón tiempo aire fuego arena; del silencio el desmoronamiento y de amores ni te digo; cubre su festejo y no oye.
El Cisne, sueño sin fin ni tregua en nada, en la putrefacción las moscas, un soplo de aire los distancia: Vos hermana negra, que estás en los infiernos trinchando a diestro y a siniestro, qué esperas, Cisne, sueño sin fin ni tregua en nada, ven a aliviar esta vida este mal,| que oquedad cuánta suciedad| pero antes de que amanezcas acá, estaré esperando con Dante y el Logos y todos los estratos y misterios y la luna marcada, y las líneas de la mano encendidas, de modo que no habrá sol alguno ni revelaciones, ni víctima tampoco, yo solamente y luego un bulto muerto y ya.
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