Dylan Thomas - Encuentra carne en los huesos
- Salado Sur Editorial
- 10 jun 2024
- 2 Min. de lectura
"Encuentra carne en los huesos que pronto no la tendrán,
y bebe de los dos promontorios lechosos,
la médula más gozosa y las heces
antes de que los pechos de las damas sean viejas bolsas
y sus miembros sean jirones.
No turbes las mortajas, hijo mío,
pero cuando las damas estén frías como piedras
cuelga una rosa silvestre de sus andrajos."
"Rebélate contra las restricciones de la luna
y el parlamento del cielo,
las artimañas del maligno mar,
la autocracia de la noche y el día,
la dictadura del sol.
Rebélate contra la carne y el hueso,
la ley de la sangre, la maliciosa piel,
y el gusano que ningún hombre puede matar."
"La sed se aplaca, el hambre se va,
y mi corazón se parte en dos;
mi rostro se demacra en el espejo,
mis labios se marchitan en un beso,
mis pechos están flacos.
Una alegre muchacha me confundió con un hombre,
la recosté y le conté su pecado,
y puse una rosa salvaje a su lado.
"El gusano que ningún hombre puede matar
y el hombre que ninguna cuerda pueda ahorcar
se rebela contra el sueño de mi padre que
desde una glorieta de canallas violentos
le grita al fétido demonio que se arrodille.
"No puedo asesinar, como un tonto,
estación y sol, bendición y muchacha,
ni puedo apagar el dulce despertar."
"La negra noche aún gobierna la luna,
y el cielo establece sus leyes,
el mar habla con voz majestuosa,
luz y oscuridad no son enemigas
sino una sola compañera.
"¡Guerra a la araña y al reyezuelo!
¡Guerra al destino del hombre!
¡Maldito sea el sol!"
Antes de que la muerte te lleve, oh, recupéralo."
Comments