Paul Auster - 3 de 1975-1977
- Salado Sur Editorial
- 1 may 2024
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Desapariciones
Empieza de nuevo, a partir
de la soledad:
como si ahora respirara
por última vez,
y es ahora, por tanto,
cuando respira por vez primera
más allá del abrazo
de lo singular.
Vive, y no es por tanto
sino lo que se aloja
en el insondable hueco
de su ojo,
y lo que ve
es todo lo que no es: una ciudad
del hecho
indescifrable,
y, por tanto, un lenguaje de piedras,
pues sabe que en el total de la vida
una piedra
dará paso a otra piedra
para hacer un muro
y que todas estas piedras
formarán la monstruosa suma
de pormenores.
2 Es un muro. Y el muro es muerte.
Ilegible
garabato del descontento, en la imagen
e imagen consecutiva de la vida;
y los muchos que aquí están
a pesar de no haber nacido,
y aquellos que hablarían
para darse luz a sí mismos.
Aprenderá el habla de este lugar.
Y aprenderá a morderse la lengua.
Pues ésta es su nostalgia: un hombre.
3 Oír el silencio
que sigue a la palabra de uno mismo. Murmullo
de la más mínima piedra
tallada a imagen
de la tierra; y que los que
hablen
no sean más
que la voz que los habla
al aire.
Y dirá
de cada cosa que vea en este espacio,
y se lo dirá al muro mismo
que crece ante él:
y también para esto
habrá una voz,
aunque no será la tuya.
Incluso a pesar de que habla.
Y porque habla.
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